Pratt Miller Motorsports se expande a la clase LMP2 en IMSA
Pratt Miller Motorsports, la empresa responsable del exitoso programa Corvette Racing, ha anunciado su regreso a los prototipos con la inscripción de un LMP2 Oreca 07 con motor Gibson V8 en el Campeonato IMSA WeatherTech SportsCar. Este movimiento marca un hito importante para la escudería, que busca revivir su legado en los prototipos, recordado por la construcción del Chevrolet Intrepid RM-1 GTP, que compitió en IMSA entre 1991 y 1993.
El proyecto del Intrepid RM-1 GTP, financiado por el cofundador de la empresa, Jim Miller, y desarrollado en colaboración con su socio Gary Pratt, fue un paso innovador para Pratt Miller Motorsports. Aquel coche experimental colocó a la empresa en el centro del automovilismo de prototipos, pero desde entonces, la participación de Pratt Miller en las clases principales de IMSA ha sido limitada.

Acumulando experiencia en LMP2 con miras a un futuro en GTP
Ahora, más de tres décadas después, la empresa busca un nuevo desafío. Aunque la posibilidad de asociarse a un programa LMDh junto a Cadillac y Wayne Taylor Racing parece difícil de concretar, Pratt Miller Motorsports no ha abandonado sus ambiciones. Al contrario, su enfoque está en acumular experiencia en la clase LMP2, siguiendo el ejemplo de otros equipos que han realizado esta transición.
Brandon Widmer, vicepresidente de Pratt Miller Motorsports, explicó que el objetivo principal es aumentar la presencia de la escudería en el campeonato y diversificar sus opciones comerciales. “Nuestro enfoque sigue siendo la clase GTD Pro con los dos Corvette Z06 GT3.R, pero queremos explorar nuevos horizontes en la clase LMP2. Esto no solo nos permitirá crecer como equipo, sino también atraer personal calificado para un futuro programa de prototipos”, afirmó Widmer.

Sin planes inmediatos para GTP, pero con la mira puesta en el futuro
Aunque Pratt Miller Motorsports no tiene planes inmediatos de ingresar en la clase GTP, Widmer dejó en claro que su incursión en LMP2 es una forma de demostrar que pueden ganar con un prototipo que comparte varias similitudes con los vehículos de la clase principal. “Queremos estar preparados para cuando surja la oportunidad de ascender”, agregó.
El regreso de Pratt Miller a los prototipos es un paso estratégico para consolidar su presencia en IMSA, con la esperanza de recuperar la gloria alcanzada en los años noventa y de posicionarse en la élite del automovilismo mundial.